En América Latina, los buñuelos son un plato popular que suele servirse como tentempié. Las opciones para hacer buñuelos son muy variadas y en algunos países, como México y Colombia, son muy populares como comida callejera.
Es interesante saber que existen al menos cuatro tipos principales de buñuelos: el buñuelo envuelto, el buñuelo de gota, el buñuelo rebozado y el buñuelo frito.
El buñuelo envuelto se hace friendo primero un disco de masa gruesa, normalmente hecho con una combinación de harina de trigo y agua. A continuación, el disco se envuelve con un relleno, como carne, queso o verduras.
El buñuelo de gota es similar al buñuelo envuelto, pero en lugar de freír el disco de masa, se deja caer en una sartén llena de aceite o grasa.
El buñuelo rebozado se elabora friendo primero un disco fino de masa en una sartén. A continuación, se rellena el disco con un relleno de su elección, como carne, queso o verduras.
Por último, el buñuelo frito se hace friendo primero una bola de masa fina en una sartén. La bola se rellena con queso o bocadillo (al menos es usual verlos así en algunos pueblos de Antioquia, Colombia), pero, independientemente del relleno, la clave de un buñuelo delicioso es la precisión de la fritura para que quede algo crujiente por fuera y se cocine por dentro.
Aunque hay muchas formas diferentes de hacer buñuelos en los países de América Latina, cada una de ellas seguro que satisface antojos de algo delicioso y nostálgico.
En Colombia quizás se consume más buñuelos durante el último mes del año que durante los once meses anteriores. Así de estrecha es la relación entre diciembre, el espíritu colombiano y el buñuelo.
Y es que hay una cierta belleza en una porción de buñuelos colombianos recién hechos: son ligeros, crujientes y sólo un poco dulces. Son un pretexto perfecto para acercarse a los vecinos y a la familia, porque… ¿A quién en Colombia le molesta recibir buñuelos en diciembre?
Se ofrecen usualmente en un mismo plato con una porción de una exquisita natilla; postre que también es popular, y que es casi impensable comerlo sin buñuelos.
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¡No podrían faltar los aderezos! Porque ahí es donde las cosas se vuelven aún más irresistibles. Tal vez sea el cremoso queso fundido que algunos buñuelos llevan dentro o incluso el crujido extra de la masa frita. Cualquiera que sea la combinación de sabores, los buñuelos son una prueba obligada para cualquier amante de la comida y uno de los principales objetivos para muchos hambrientos comensales.
El buñuelo es tan versátil que puede comerse con bebidas frías o calientes. Así que acompañarlos con algo nunca será un inconveniente.
La próxima vez que busque un aperitivo, ¡Busque un irresistible buñuelo frito! Se alegrará de haberlo hecho.
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